Haití
Está lloviendo tras la ventana
y yo diría que el cristal llora
lentamente su pena.
Se conjura un horizonte tétrico
tras el campanario que da las horas
donde se retuerce el color violeta,
acaba la penumbra,
el sol parece de sangre
como luna del infierno
y son azules, casi negras,
las nubes a lo lejos.
Había un murmullo de fondo
y yo ya no sabía dónde estaba,
ni quien había dibujado un día tan triste,
ni porque retemblando volaban las golondrinas
como asustadas del mismísimo viento.
¡Que alguien quite la televisión!,
no quiero saber cuántos son los muertos,
ni a cuantos niños han comprado,
ni a cuantas niñas se han llevado,
no quiero oír a los periodistas
recontando, recontando,
no me interesan sus vidas.
¡Cariño apágala!, ¡apágala por favor!,
que nadie me diga que los han secuestrado,
que hay más víctimas de lo esperado,
déjame que no me entere de nada,
¡no quiero sentir dolor!, ¡no quiero sentir dolor!,
déjame temblando junto a la ventana.
Deja que solo me quede mirando
esta gota de agua.
Autor: Doblezero
No hay comentarios:
Publicar un comentario