OJOS AZULES SIN FONDO
(a mi hijo Marc)
Mi hijo mayor ha cumplido
un añito a nuestra vera
y el día que cumple el año
lo celebro en un poema,
que hoy es cuatro de febrero
y por siempre será fiesta.
Su rostro virgen reclama
constantemente una mueca
porque con eso le sobra
para horadar las compuertas
de una sonrisa que parte
el eje de los planetas
para que a lo loco bailen
por el cosmos "La Verbena".
Sus ojos grandes seducen
las aguas de polinesia.
Ojos azules sin fondo
miran, sin trueque o moneda,
como mira la cintura
de una copa de Bohemia
la faz de nuestro reflejo
sin mancha alguna, ni treta.
Mis besos enloquecidos
nacen de una azucarera
cuando pasta mi mirada
por su piel color canela.
Sirve alegría sin pausa
igual que miel las abejas,
dota de aroma su entorno
del Caribe y de praderas,
voy militante a su encuentro
como un creyente a la secta
porque en sus ojos embiste
la magia de una chistera.
Mi hijo secuestra horizontes
de trigales que pardean
cada bucle de su pelo
con ansias de primavera.
Mi hijo respira durmiendo
amapolas y ajedrea
que bajan de la nocturna
luna, lunita, lunera,
flotando desde su cola
destrenzada y pasajera.
Como un jardín pensativo
en mis ojos fantasea,
como un jardín por la tarde
en la Alhambra y primavera
viene a posar en el rostro
la paz mágica y perfecta.
Cuando mi hijo está en la luna
luna, lunita, lunera,
la misma fabula viene,
la misma fabula muestra,
y solo me pide a cambio
mi pequeñito una mueca.
Autor: Doblezero
No hay comentarios:
Publicar un comentario